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¡Bienvenidos!, en este blog desarrollaré el trabajo de Historia y Cs. Sociales sobre un personaje, si bien, destacado dentro de la escena internacional, pero a la vez no muy conocido, como lo es el Señor Adam Smith, al que se le designa como el "Padre del Capitalismo".

jueves, 1 de diciembre de 2011

Adam Smith - Biografía

Adam Smith vino al mundo en Kirkcaldy, pequeño pueblo escocés de pescadores, cercano a Edimburgo, en un día primaveral de fecha desconocida del año 1723 y fue bautizado el 5 de junio del mismo año. Hijo único del segundo matrimonio de Adam Smith, inspector de aduanas, y de Margaret Douglas, quedó huérfano de padre a los tres meses bajo la tutela de su madre, hija de un rico propietario de la comarca, a quien siempre permaneció muy unido.

A los cuatro años vivió lo que parece haber sido la única aventura de su vida: fue raptado por unos gitanos. Tras una desesperada búsqueda por parte de la familia, el niño fue hallado en un bosque en el que había sido abandonado por sus raptores. Luego, sin trauma alguno, continuó siendo un niño bueno, aunque débil y enfermizo, de carácter dulce, prodigiosa memoria y amor al estudio, excelente alumno de la escuela elemental de Kirkcaldy.

A los catorce años abandonó su pueblo natal para ingresar en la Universidad de Glasgow. En este centro se apasionó por las matemáticas y recibió la influencia de Francis Autcheson, afamado profesor de filosofía moral y hombre de fuerte personalidad, cuyas ideas económicas y filosóficas fueron decisivas en la formación de Smith, aunque sólo fuese por su posterior y profunda discrepancia respecto de ellas. Tres años después se graduaba, obteniendo una beca para estudiar en el Balliol College de Oxford. A los veintitrés años de edad concluyó brillantemente los estudios haciendo gala de un profundo dominio de la filosofía clásica y de la de la época. A continuación regresó a Kirkcaldy con su madre para empezar a buscar trabajo.

En 1748, gracias a un amigo de su familia, el filósofo y jurista lord Henry Kames, se le presentó la oportunidad de dar una serie de conferencias en Edimburgo. Lejos de desaprovecharla, durante los dos años siguientes disertó sobre diferentes temas, desde la retórica a la economía y la historia, y se dio a conocer con éxito como escritor con la publicación de algún artículo en la Edimburgh Review. En esta época conoció al filósofo David Hume, quien se convertiría en su amigo más íntimo.

Con las conferencias cosechó un éxito tal que en 1751 le ofrecieron un puesto de profesor de lógica en la Universidad de Glasgow. Tras un año en este puesto, cambió las clases de lógica por las de filosofía moral, que además de resultarle más interesantes estaban mejor remuneradas. Para Adam Smith, se trataba de una etapa de gran creatividad que él definiría luego como el período más feliz de su vida; parecía decidido a seguir la carrera docente e incluso en 1758 fue nombrado decano de la facultad, se reveló como un profesor excelente cuya fama traspasaba las fronteras, y se decía que Voltaire, desde Francia, le enviaba alumnos deseosos de asistir a sus clases y embeberse en su sabiduría.

En Glasgow formaba parte de un selecto círculo integrado por intelectuales, científicos y, sobre todo, por destacados comerciantes dedicados al comercio colonial desde que en 1707, a raíz de su unión con Inglaterra, éste quedara abierto para Escocia. Sus ideas y opiniones sobre el comercio y los negocios representaron una información de primera mano para el futuro economista y, en contacto con dicho círculo, conformó las tesis que cristalizarían más adelante en su obra.

La moral y la economía

El primer libro de Adam Smith, The Theory of Moral Sentiment (Teoría de los sentimientos morales), su obra maestra desde el punto de vista filosófico, se publicó en 1759. En ella exponía los principios de la naturaleza humana que guiaban el comportamiento social del hombre, y hablaba por vez primera de «la mano invisible» que sin saberlo y sin proponérselo orientaba el egoísmo humano hacia el bien de la sociedad.

En 1763 recibió una nueva oferta de trabajo que le había de resultar mucho más lucrativa que cualquiera de las tareas que había realizado hasta el momento: preceptor del joven duque de Buccleuch. Renunció a la docencia y en 1764 partió hacia Francia en compañía de su pupilo. En Toulouse pasaron dieciocho meses, en cuyo transcurso Smith combatió el aburrimiento provinciano con la redacción de una nueva obra.

Los viajeros se dirigieron después a Ginebra, ciudad en la que pasaron dos meses; Smith aprovechó dicha estancia para conocer personalmente a Voltaire, por quien siempre sintió una gran admiración. Siguió luego una breve pero provechosa estancia en París; su amigo Hume, secretario de la embajada británica, le introdujo en los más selectos salones de la capital; entre otros, conoció a François Quesnay, médico y economista, fundador de la escuela fisiocrática, que fue la primera que atribuyó de forma coherente a la naturaleza el origen de la riqueza. Los fisiócratas eran acérrimos seguidores de la máxima de Le Mercier de la Rivière, «Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même», que hicieron suya. Parece que influyeron en Adam Smith lo suficiente como para que pensara dedicar a Quesnay el libro que estaba escribiendo, pero la muerte del francés antes de que fuera publicado le hizo cambiar de idea. En 1767 el repentino fallecimiento del hermano menor del duque de Buccleuch, que se había reunido con ellos en Toulouse, les obligó a un precipitado regreso a Londres.

En la primavera de ese mismo año, Smith se instaló en Kirkcaldy, donde, sin perder contacto con sus amigos de Glasgow, se entregó en cuerpo y alma a la redacción de la obra comenzada en Toulouse, An Inquiry into the Nature of the Wealth of Nations (Ensayo sobre la riqueza de las naciones), que lo ocuparía aún seis años y publicó finalmente en Londres en 1776.

La obra, síntesis original de gran número de elementos preexistentes en el pensamiento económico anterior, fue pionera en muchos campos y pronto se convirtió en su trabajo más difundido. Representaba el primer gran trabajo de economía política clásica y liberal. En ella se aplicaban a la economía, por vez primera, los principios de investigación científica, en un intento de construir una ciencia independiente. Continuación del tema iniciado en su obra filosófica y en base a la misma, mostraba cómo el juego espontáneo del egoísmo humano bastaría para aumentar la riqueza de las naciones, si los gobiernos dejasen hacer y no interviniesen con medidas reflexivas.

El libro alcanzó de inmediato un éxito extraordinario, y a partir de entonces, como si hubiera puesto punto final a una obra casi perfecta, en 1778 se retiró a Edimburgo, de donde apenas salía, salvo para algún viaje ocasional a Londres o a Glasgow, sus únicos contactos con el mundo. Llevaba una vida plácida y tranquila mientras revisaba y corregía sus dos obras capitales. En 1784 la pérdida de su madre, de noventa años de edad, le resultó un golpe tan duro que su propia salud comenzó a declinar, de tal manera que cuando tres años más tarde fue nombrado rector de la Universidad de Glasgow, ni siquiera pudo pronunciar el discurso de apertura.

En lo sucesivo su vida transcurrió en una soledad asistida por la enfermedad y, pese a ser objeto de honores y del reconocimiento general, no fue más que una larga espera del fin inexorable. El 17 de julio de 1790, a los setenta y siete años de edad, fallecía en Edimburgo, en cuyo cementerio de Canongate fue enterrado.

Extraído de BiografíasyVidas.com. Todo el crédito para ellos.

martes, 22 de noviembre de 2011

Legado

La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam Smith que plantea la interacción entre comercio y crecimiento económico. Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán producirse en aquel país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones, (Actualmente el mejor ejemplo de esto sería China). Por tanto define la denominada «ventaja absoluta» como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, es decir, con un coste de producción menor. Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la ventaja absoluta. Asimismo aboga por favorecer la movilidad internacional de los factores productivos.

Liberalismo Economico.

El liberalismo económico es la doctrina económica desarrollada durante la ilustración, formulada de forma completa en primer lugar por Adam Smith y David Ricardo, que reclama la mínima interferencia del Estado en la economía.
La libertad económica o la libre empresa conduciría a una sociedad más igualitaria y al aumento indefinido de la prosperidad, así como a la decadencia de una nación, al ir privilegiando la individualidad. El orden espontáneo sería generado por la mano invisible que conduce a los individuos que sigan su egoísmo particular.
Habitualmente se resume en la expresión francesa Laissez faire, Laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), que no obstante este lema desciende de la fisiocracia, una teoría económica precedente.
Las bases de esta doctrina son la propiedad privada e individual, aquí aparece también el concepto de "Dejar hacer", sosteniendo que  las acciones económicas de los individuos son principalmente basadas en el propio interés. Algo que tiene relación con las ideas ilustradas sobre la igualdad.

La Riqueza de las Naciones.

"Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones" (El nombre completo) es la obra más famosa de Adam Smith. Considerado por muchos, como el primer libro moderno de economía. En el, Smith refiere sus palabras al auge que esta teniendo Inglaterra y los Países Bajos. También expone teorías sobre  división del trabajo, el mercado, la moneda, la naturaleza de la riqueza, el precio de las mercancías en trabajo, los salarios, los beneficios y la acumulación del capital. Analiza sistemas de economía política, como el mercantilismo (Acumulación de riquezas) y el Fisiocracia (Nula intervención de mercado) y comienza a desarrollar una idea, "un orden natural". Este "Sistema de Libertad Natural", como lo denominó Smith, se consideran como bases del capitalismo, se denomina como "el resultado del libre ejercicio del interés individual que beneficia (Inconscientemente) al bien común, en la solución de problemas y satisfacción de necesidades por medio de la libre empresa, de la libre competencia y del libre comercio.

La riqueza de las naciones es hoy una de las obras más importantes de la disciplina económica. A menudo mencionado como el documento fundador de la economía clásica y, sin duda, del liberalismo económico.

El "Laissez faire"

Es una expresión francesa, que se aplica a diferentes ámbitos en especial a la Economía. El "laissez faire, laissez passer" se podría traducir como "Dejar Hacer, dejar pasar", y esto se refiere a dejar "sin control" la economia, en libertad. Lo anterior se puede ver en distintas normas como: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral, y mínima intervención de los gobiernos.
La frase completa sería: Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même; "Dejar hacer, dejar pasar, el mundo va solo".
Fue usada por primera vez por  Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, en protesta contra el intervencionismo en la economía.

Introducción de Adam Smith.



Adam Smith (Kirkcaldy ¿5 de junio? de 1723 – Edimburgo 17 de julio de 1790) fue un
economista y filósofo escocés, uno de los mayores exponentes de la economía clásica. Destaca por sus nociones sobre liberalismo economico, tambien fue profesor de logica y filosofía moral en la Universidad de Glasgow.

Se le considera el fundador de la economía política. Analiza la ley
del valor y enuncia la problemática de la división de clases.
Adam Smith considera el capitalismo como el estadio natural de las relaciones sociales.
De hecho, fundó el liberalismo económico. En su obra principal " Investigaciones sobre
la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones " el laissez faire ("Dejar hacer") aparece
como el motor del progreso económico.